19 años

Hace poco escuché a una chica que, a sus 22, decía echar de menos su cuerpo de los 19. No he dejado de pensar en ello desde entonces. Al principio pensé que eran edades muy concretas y además muy cercanas, que en tan poco no podía darse un cambio tan grande. Pero, sin embargo, es así.

Llevo un tiempo ya un poco más preocupada de lo habitual con mi peso, porque hay pantalones que no me entran y biquinis que no me quedan como me quedaban antes. Mi peso sigue marcando lo mismo de siempre, como igual o mejor, e incluso hago más deporte que nunca... ¿Qué pasa? Mi madre dice que es porque me he hecho "mujer": el cuerpo se prepara para tener hijos y no vuelve a ser el de antes, las hormonas se estabilizan y la grasa se redistribuye. Realmente no hay nada que podamos hacer.

Ante esta situación no me queda otra que asumirlo, porque este es el cuerpo que me va a acompañar a partir de ahora. Aunque supongo que tampoco es delito echar de menos el cuerpo que tenía hace dos veranos, que me encantaba y que no pensaba que iba a perder en tan poco tiempo. Eso sí, me hubiese gustado sentirme comprendida en el proceso en el que me dado cuenta de ello, y por eso escribo hoy. 



Comentarios

Entradas populares